sábado, 4 de diciembre de 2010

HISTORIA: CHUXNABAN


El pueblo fue fundado aproximadamente en el año 1770. Cuentan que era una ranchería  de Quetzaltepec, en ese entonces habitaban 4 familias provenientes del municipio de Quetzaltepec. Conforme iba pasando en tiempo, iban llegando otras personas de diferentes comunidades, para trabajar la tierra y cultivar lo que ellos querían.
Era y es todavía un lugar rico en cuanto a su vegetación (flora y fauna), es por eso llegaron a las personas de Quetzaltepec así como de otros lugares, que hoy en día lleva por nombre Chuxnaban.


LEYENDA: EL REY CONDOY

Había un señor, que comía una canasta de tortillas y no se llenaba. Por eso se comía un niño y nomas con eso quedaba satisfecho. Esto sucedía en el camino que va de CHUXNABAN a Quetzaltepec, donde hoy se llama  AJPËXTSYAA,(piedra enorme) porque en la piedra que se sentaba quedó la huella del señor…
 Y cuando llegó el tiempo de que saliera rumbo Juquila, en el camino encontró una cueva, a lado de Chuxnaban,  y aquí se metió para salir en las ruinas de Mitla.

CUENTO: EL RAYO


Dicen que un tiempo muy antaño, vivía un señor que tenía dos hijos, una mujer y un hombre. Y estos niños jugaban mucho (con) machetes cortos. Entonces los ancianos de ese pueblo pensaron que tal vez ellos pudieron salir (transformándose) en los rayos, como cuentan que entonces no llovía.
Y se dirigieron a esos niños, o arreglaron con sus padres de ellos, que su nombre era Mateo. Y los chiquitos estaban en ansia de ser rayos.
Cuando sus padres aceptaron, entonces los mismos niños dijeron de las cosas que deberían de hacer los pueblos (vecinos).
Dijo los siguientes: que los pueblos deberían llevar unos guajolotes y matar en el cerro de los más altos y ellos (los vecinos) deberían de hacer las fiestas y después de ese, dejar solos a ellos (los niños) y regresar a su(s) casa(s) para esperar la lluvia.
Y así, a los ocho días comenzó a llover. Y que llovió tres días. Y los niños nunca jamás regresaron ya.

CUENTO: CERRO DEL VIENTO


Hace mucho tiempo, dicen las gentes ancianas, había un ventarrón muy fuerte. Cuando se calmó, entonces salió un hombre a traer su leña. Llegó allí donde ahora se llama pojkuajky Cerro del Viento y vio sentados a muchos chamaquitos sacando espinas de sus cuerpos. No tenían ropa, dicen.
Entonces el hombre les saludó y dijo:
“chiquitos ¿Qué cosa están haciendo?
“abuelito”, entonces ellos contestaron “aquí estamos sacando (espinas). Es que ya hemos trabajado hoy.
Entonces dicen, el hombre preguntó:
“¿Y cómo se llaman?”
“No tenemos nombres”
Y se fue el hombre a cortar su leña. Cuando llegó otra vez en el pueblo, entonces, él contaba que así encontró a esos chamaquitos.
Por eso, hasta ahora la gente cree que los  vientos son vivos. Por eso, dicen, se llama aquel lugar Cerro del Viento